Reconocer cómo está la piel | HABLEMOS DE LA PIEL
- Dalines Santiago Girona
- 15 mar 2016
- 2 Min. de lectura
Para saber identificar el tipo de piel de su cliente tiene, es importante prestar atención a las características que les estaré mencionando a continuación. Existen diversos tipos de piel, estos son: normal, seca, deshidratada, mixta, y sensible.


Comenzaremos a identificar como es la piel normal. Esta presenta una apariencia saludable y balanceada entre la producción de glándulas sebáceas y las
glándulas sodorípidas. Luce lozana, sin brillo y casi son imperceptibles sus poros ya que suele tener una humedad balanceada. No padece de espinillas e impurezas.

En cambio la piel seca suele tener marcadas las líneas de expresión, así también como la aparición de arrugas finas a temprana edad; esto debido a la pérdida de agua, falta de lípidos y poca o ninguna función de las glándulas sebáceas. Esta piel tiende a resecarse y sentirse tirante, además de tener los poros cerrados y presenta un aspecto opaco. Muchas personas y hasta nosotros los esteticista, muy a principio de nuestra profesión, solemos confundir la piel seca con la piel deshidratada, aunque se les relacionan y suelen compartir similitudes, este tipo de piel padece de una deficiencia en los niveles de agua necesarios para conservar la humedad y balance del PH de la piel.

La piel deshidratada puede ser el resultado de agresiones externas como el frío, el viento, el sol, un desajuste hormonal y exceso de actividad física. Sus características es que suelen verse cansadas, textura áspera, reseca y puede presenter sensibilidad al agua caliente y a los jabones. Y que les puedo decir de la molestosa piel grasa, este tipo de piel es mas resistente a los efectos negativos causados por las agresiones externas. Sus características son poros dilatados, exceso de secreción sebácea, su aspecto es untuoso, húmedo y brillante y frecuentemente suelen tener aparición de comedones (espinillas negras) y pústulas.

La piel mixta puede ser grasa y seca, o grasa y normal al mismo tiempo. Una de las áreas que más fácil se puede diferenciar de las otras áreas del rostro es la zona T (frente, nariz y mentón), la cual suele ser más grasa y las más extensas del rostro pueden tener características normales y secas.

Por último, la piel sensible suele ser reactiva la cual se irrita con facilidad y se caracteriza por enrojecimiento, además que suele ser frágil y delgada. La piel sensible es una afección, pero también puede existir una predisposición genética.
Es importante identificar las pieles para poder realizar el tratamiento adecuado, saber que productos podemos utilizar, recomendaciones y que protocolos a seguir para que nuestros servicios y la salud de la piel de nuestros clientes no se afecten. ¡Hasta la próxima!
Dalines es esteticista profesional y lleva su propia práctica en SOI Spa & Esthetic
Referencia:
Joel Gerson, Janet D Angelo, Sallie Deitz, Shelley Lotz, Catherine M. Frangie, y John Halal, Estética Estándar de Milady, eds. 2008. Principios Fundamentales, NY. X edición.











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